Anécdota de La caminadora.

Una chica pensadora, salvada por la música,
un día decide salir a caminar y pensar,
a ordenar pensamientos, deja que sus pies la lleven a donde quieran,
siente libertad.

Calles llenas de carros, calles llena de gente,
a pesar del caos, todo va bien,
cuando de repente llega a una calle en silencio, sin gente, sin carros,
llena de arboles, camina y cada vez que se adentra mas, siente paz,
siente como si el tiempo se hubiera paralizado en ese lugar,
siente que todo se ordena en su cabeza, siente que todo tiene arreglo,
siente felicidad, siente que cualquier problema gracias a ese lugar puede ser derrotado al instante.

Comienza a lloviznar y siente que vuela,
dulce llovizna que la hace sentir la hermosa caricia que la naturaleza le brinda.
Siente como los arboles bailan con el viento,
mientras el cielo le brinda música y luces, toda una fiesta, con hermosos truenos,
ella solo deja que la naturaleza y ese espacio hagan de ella lo que quieran.

Es así como la hermosa chica, siente cosas que muy poco son capaces de detectar en tanto caos.